Las redes firmantes, integradas por organizaciones que defienden y promueven el respeto y garantías para el ejercicio de los derechos humanos en el mundo, expresamos nuestra profunda preocupación y condena por los hechos que han tenido lugar en Guatemala el pasado 4 de octubre, cuando miembros de la comunidad indígena K’iche’, perdieron la vida como consecuencia de la respuesta desproporcionada a sus protestas por fuerzas de seguridad estatales que hicieron uso de armas de fuego contra los manifestantes. El bloqueo pacífico de la carretera se había realizado, como medida de respaldo y para dar visibilidad al diálogo que intentaban promover autoridades indígenas tradicionales de los 48 Cantones de Totonicapán, quienes ese día habían viajado a la capital del país -a unos 200 kilómetros de sus comunidades- para expresar al gobierno su preocupación por el incremento en las tarifas del servicio de electricidad que estaba afectando a los habitantes de su región, así como su rechazo a cambios en el sistema educativo y a reformas constitucionales en materia de derechos de los pueblos indígenas que no habían sido previamente consultadas con ellos, tal como indican los estándares internacionales de derechos humanos