La pandemia de COVID-19 ha desatado una crisis mundial sanitaria y también económica y social en todo el mundo y, en particular, en América Latina, la región más desigual del planeta. Pese a la actual emergencia, las actividades extractivas continúan funcionando y se aceleran, aún sin ser actividades esenciales, poniendo en riesgo a las comunidades locales a lo largo y ancho del continente.

Ante la grave crisis económica que se está propagando, existe el riesgo de apostar por la ampliación de proyectos extractivos, incluso si esto conlleva bajar los estándares sociales, ambientales y laborales. Algo que sería contrario al compromiso de la Unión Europea expresado recientemente en el Pacto Verde Europeo. Desde la Red EU-LAT, consideramos que esta crisis no debe llevar a una flexibilización de las normas y a la expansión de megaproyectos extractivos, sino más bien a una reflexión global sobre el modelo de desarrollo que queremos. En el siguiente comunicado, exhortamos a la Unión Europea y a sus Estados miembros a promover y afianzar los derechos humanos a través de su acción exterior en el contexto de las actividades extractivas.