Debate en el Parlamento Europeo sobre la inclusión de las mujeres en los actuales diálogos de paz en Colombia 

La participación de la mujer es primordial para alcanzar una paz duradera en Colombia

  • Piden a la UE un rol más activo en los diálogos de paz y en una eventual etapa de posconflicto en Colombia
  • Solicitan que la UE apoye a las mujeres colombianas y que pida públicamente que sean escuchadas y sus peticiones tenidas en cuenta en la firma de los acuerdos de paz de La Habana
  • Recuerdan que las resoluciones 1325 y 2122 de la ONU respaldan la participación de las mujeres en los procesos de paz y reconstrucción, y que son fundamentales para alcanzar una paz duradera

Bruselas, 5 de noviembre de 2012. Con motivo de los 13 años de la resolución 1325 de la ONU sobre las mujeres, la paz y la seguridad, que supuso un hito histórico por el reconocimiento de la comunidad internacional a ellas como actor esencial para lograr una paz duradera, las redes de la sociedad civil Oidhaco y Grupo Sur, han organizado hoy en el Parlamento Europeo de Bruselas, una jornada en la que las mujeres tomaron la palabra y le pidieron a la UE que sean tenidas en cuenta en las actuales negociaciones que adelanta el gobierno colombiano con la guerrilla de las FARC.

El encuentro, en el que participaron igualmente los diputados europeos Raül Romeva i Rueda (Verdes), Marc Tarabella (Socialistas) y Martina Anderson (Izquierda), así como Nahla Valji, de la oficina de ONU Mujeres, Nueva York, se destacó por haber puesto sobre la mesa la necesidad urgente de que en los procesos de paz y reconstrucción, las mujeres estén en las negociaciones y que sus propuestas queden reflejadas en los acuerdos, ya que ellas y sus hijos e hijas son las principales víctimas de los conflictos armados.

Las mujeres son las primeras en sufrir la brutalidad de las guerras y las grandes ignoradas a la hora de negociar acuerdos de paz. “Esta dinámica debe cambiar porque sin la inclusión de la mujer la paz es muy frágil. La nueva resolución de la ONU, la 2122, recientemente aprobada por el Consejo de Seguridad, que viene a reforzar la 1325, establece medidas más firmes para permitir que las mujeres participen en la resolución de conflictos ”, subrayó, Nahla Valji, de la oficina de la ONU Mujeres, Nueva York.

Por su parte, la eurodiputada norirlandesa Martina Anderson del grupo GUE/NGL y exmiembro del IRA, insistió en que la mujer es quizás el actor más importante a la hora de la firma de paz y sobre todo en la fase de reconstrucción: “Si se le sigue marginando, la paz prácticamente queda mutilada porque ella en el día a día es quien está al frente tanto en la reconstrucción familiar como social”. Clara Murguialday, experta en el proceso de paz de El Salvador y presidenta de la organización Cooperacció, recordó la experiencia de ese país: “El camino salvadoreño nos enseñó que para construir una cultura de paz sostenible es preciso dedicar recursos no sólo a la reconstrucción física y económica del país sino también a los procesos de reparación emocional de las mujeres desplazadas, retornadas o colaboradoras de las guerrillas”.

A más de un año del inicio de los diálogos entre el Gobierno colombiano y las Farc en La Habana, las mujeres, junto con las demás víctimas, son las grandes ausentes en este proceso. La colombiana Adriana Benjumea, de Mujeres por la Paz, expuso la soledad en que se encuentran las colombianas, víctimas de la guerra, que representan junto con sus hijos e hijas, más del 70% de los 5.5 millones de la población desplazada. “El gobierno y las FARC deben escuchar a las mujeres y dejar contempladas sus peticiones en los acuerdos. Para la etapa de postconflicto, ellas deben jugar un papel relevante, si las dejan por fuera, la anhelada paz no llegará a Colombia y serán ellas quienes tendrán que seguir soportando la violencia sin que se haga nada para evitarlo, como ha sido hasta ahora”.

Por su parte, Gloria Flórez, diputada del Parlamento Andino y miembro de la Asamblea Euro-Latinoamericana, EuroLat, hizo llegar desde Colombia un mensaje en el que destaca la oportunidad histórica que el dialogo de la Habana representa para avanzar hacia la construcción de paz, e insistió en que la inclusión de las mujeres en éste, es indispensable para la credibilidad, firmeza, durabilidad y legitimidad de la paz.

“Nosotros desde Europa estamos en la obligación de contribuir a la igualdad de la mujer tanto en nuestro continente como en cualquier otro lugar del mundo. Y si se trata de resolución de conflictos, debemos poner el acento en que se abra la puerta a las mujeres tanto en sus roles de negociadoras como en los de reconstrucción de la sociedad”, manifestó el eurodiputado Raül Romeva i Rueda, del grupo Verdes/ALE, uno de los convocantes a la jornada.

Para terminar, las organizaciones Oidhaco y Grupo Sur, con sede en Bruselas, advirtieron que es difícil conseguir la paz duradera sin la implicación de las mujeres. Vicente Vallies, portavoz de Oidhaco, recordó a la UE que tiene la responsabilidad de cumplir con sus propias resoluciones sobre este tema. “Hoy, que existe la esperanza de que Colombia encuentre el camino de la paz, la UE debe insistir para que este país fomente la participación de las mujeres en los diálogos de paz y en el que seguro será un largo período de reconstrucción y reconciliación”. Como lo han venido expresando en varias ocasiones las organizaciones de la sociedad civil defensoras de los derechos humanos, un posible acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC si bien es un paso importante no significa la paz, “la paz requiere la construcción de un país distinto, incluyente y con justicia social; para ello las mujeres tienen muchas propuestas que se deben tomar en cuenta”, concluyó Dilcia Figueroa, de Grupo Sur.